La tomografía sísmica es una técnica que
permite reconstruir una imagen de la estructura interna de la Tierra a partir
de ondas que se propagan durante terremotos y movimientos sísmicos. A día de
hoy, no todos los datos sobre tomografía sísmica confirman la existencia de la
astenosfera. Los científicos se inclinan a pensar que el manto se conforma de
manera plástica en su conjunto.
De esta forma se determina la existencia de zonas más densas y frías
(en azul, donde las ondas se transmiten a mayor velocidad) y otras menos
densas y calientes (en rojo, donde las ondas se transmiten a menor
velocidad).
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